Sin lugar a dudas, un clásico en las consultas de los alumnos es "qué trípode me compro?"
Difícil respuesta ante la gran cantidad de opciones y posibilidades. Es fácil entender que una persona que está en proceso de adquirir un trípode se sienta despistada por la gran cantidad de modelos disponibles. Os diría, para empezar, que un buen trípode tiene que ser fácil de utilizar, con un peso contenido y adaptado a nuestro equipo y altura física, nada más.
Como primer criterio, pensad en un presupuesto aproximado... y añadidle 100 euros. Y es que no tenéis que ser racanos a la hora de comprar un trípode, sobre todo si ya es el segundo. Un buen trípode mejorará vuestra experiencia fotográfica, sin ninguna duda.
Los míos, de buena calidad, pueden durar entre 8 y 10 años de uso intensivo. Con una utilización menos intensa, esta cifra podría multiplicarse por 2 o 3. Así que si nos gastamos, por ejemplo, 300 euros en una buena combinación trípode/rótula, dividid esta cantidad entre 15 o 20 y sabréis cuando os cuesta cada año disfrutar de un buen trípode.
Tenemos que aclarar que podemos adquirir solo un trípode (únicamente las piernas) o acompañado de una rótula. De estas hablaremos más adelante. Vamos a centrarnos en las piernas, el trípode propiamente dicho.
Después del nuestro primer trípode "de iniciación", os aconsejo buscar un modelo que permita la apertura independiente de cada pierna. Ciertamente será un poco más caro, pero ganamos en versatilidad y posibilidades.
Un ejemplo de un trípode de iniciación. El ángulo de las piernas no puede ajustarse de forma individual.
Altura. ¿Podríais coger un metro y medir la distancia desde el suelo hasta la altura de vuestros ojos? Lo ideal sería que una vez situado nuestro equipo sobre el trípode (y la rótula), el visor de la cámara se sitúe a esta altura o unos cm más bajo. Nuestra espalda lo agradecerá.
Y esto sin tener que extender la columna central. Hacerlo resta estabilidad al conjunto cámara/objetivo y solo deberíamos hacerlo si la columna es suficientemente robusta y en momentos puntuales. Por ejemplo, cuando necesitamos dirigir la cámara hacia arriba o cuando estamos en una pendiente y el trípode queda a un nivel más bajo.
En este caso interesan especialmente las medidas de la derecha (totalmente estirado) y de la izquierda (plegado, para su transporte)
Las dos imágenes de la izquierda muestran un trípode de 4 secciones y su altura, rótula incluida, con columna plegada y estirada.
En las características detalladas de cada modelo podéis ver su altura. Pero cada fabricante lo hace a su manera. Unos nos ofrecen las medidas con el trípode totalmente estirado, otros especifican su altura sin rótula, o con la columna central estirada o plegada, aquí cuanto más datos, mejor.
Tres ejemplos de especificaciones. La más completa, la de un modelo de Manfrotto, debería ser la norma.
Una pregunta ¿os interesa poder situar la cámara a ras del suelo? Si la respuesta es afirmativa, vamos a otra cuestión importante, la altura mínima.
Siempre he utilizado trípodes que permiten la fotografía a ras del suelo. Esto es útil especialmente para la macrofotografía de plantas, insectos, setas, etc., pero también para cualquier situación en la que necesitamos fotografiar desde un punto de vista muy bajo, lo cual nos permite composiciones diferentes.
Es cierto que con un segundo trípode pequeño "de mesa" lo podemos solucionar, pero no siempre es práctico llevar dos trípodes encima. Y en muchas ocasiones la oportunidad de hacer fotografías desde un ángulo bajo se presenta de forma inesperada. Hay varias opciones ofrecidas por los fabricantes para poder utilizar la cámara sobre un trípode estándar a pocos centímetros del suelo. Pero ya os anticipo que no todas son prácticas.
Invertir la columna es una solución recurrente. Para ello, la columna central se puede sacar e invertir, Así podemos conseguir una posición de la cámara muy baja... y muy incomoda, puesto que la cámara se sitúa entre las piernas del trípode y si apuntamos nuestro equipo entre dos de ellas, inevitablemente la tercera pierna se queda en el mismo lugar donde tendríamos situar nuestra cabeza... Además, la cámara queda invertida, lo cual complica la toma de fotografías. Cómo en tantas ocasiones, parece que quién diseña este sistema no tiene que utilizarlo nunca.
Realmente no es la mejor opción.
En mi opinión es más práctico abrir totalmente las piernas del trípode y apoyarlo directamente en el suelo. Pero si nuestro trípode dispone de columna central, necesitamos una forma de eliminar la longitud de la columna. Hay trípodes que no ofrecen esta posibilidad y su aspecto es este.
Cómo veis, esto impide bajar la cámara a un nivel realmente bajo. Cómo podemos solucionarlo? Una opción que se ha hecho muy popular en los últimos años consiste en la posibilidad de situar la columna central en posición horizontal. Reconozco que no es mi favortita.
La unión trípode/rótula sufre y si no están unidos por un tornillo, hay muchas posibilidades que la rótula se desenrosque del trípode por un efecto llamado gravedad. Además, se hace difícil el cambio entre encuadre horizontal y vertical.
Poder situar el trípode con las piernas abiertas, plano sobre el suelo y con la rótula en el centro solo es posible mediante dos soluciones.
Una es la inclusión de una versión corta de la columna. Simplemente tenemos que cambiar la columna larga (la que viene montada por defecto) por una versión más corta que permite posicionar la cámara a una altura muy inferior. Desmontamos la rótula de la columna larga y la montamos sobre la corta una vez hecho el cambio. Funciona.
Solo tenéis que recordar llevar siempre la versión corta de la columna dentro de la mochila.
Vanguard y Manfrotto ofrecen esta opción en algunos de sus modelos.
La última opción es la que nos permite desenroscar la parte principal de la columna para reducir de forma importante su medida. Es muy práctico.
Estas dos últimas opciones son las que nos ofrecen más estabilidad, pero desgraciadamente pocos fabricantes las utilizan.
Material del trípode. Aquí hay, básicamente, 2 opciones: aluminio o carbono. De hecho, en muchas ocasiones el mismo modelo se fabrica en las dos versiones.
La principal ventaja del carbono es la reducción de peso respecto al aluminio. El tacto también es diferente, especialmente en invierno (no tan frío). La desventaja es el precio, más alto. Pero si el peso es un aspecto importante, os recomiendo la inversión en un buen trípode de carbono.
Sistema de bloqueo de las piernas. También dos opciones: por palanca o por rosca. A mi me gusta más el sistema de palanca (o pestaña), pero el más habitual es el de rosca, en general más lento. Con el sistema de rosca evitad los modelos más baratos, puesto que la calidad suele ser muy mala y la experiencia, decepcionante.
Sistema de palanca
Sistema de rosca
También recomendaría evitar los trípodes con más de 4 secciones. 3 o 4 secciones es ideal. La regla es que cuantas menos secciones, más gruesas son las piernas y más estable será el trípode.
Para mi fotografía general, utilizo uno de 3 secciones. Pero muchos de ellos, una vez plegados, tienen longitudes de 60 cm o más. Y esto puede ser un problema para meterlo dentro de una maleta a la hora de viajar. Un trípode con la misma altura y 4 secciones permite reducir la longitud del trípode plegado entre 10 y 15 cm que puede ser la diferencia entre encajar o no dentro de una maleta.
Ejemplos de modelos con 3, 4 y 5 secciones.
Hablando de viajes, cuidado con estos trípodes "de viaje". Suelen ser bajitos, de muchas secciones y poca estabilidad. Vale, tienen una talla reducida, pero si no estáis cada semana de viaje y la gran mayoría de vuestra fotografía la practicáis cerca de casa, no tiene sentido hacerlo con un trípode de este tipo.
Y las rótulas?
Antes que nada, tened en cuenta que rótula y trípode son piezas diferentes que en ocasiones se venden juntas y en otras separadas. Y que podemos tener 2 rótulas diferentes para diferentes tipos de fotografía e intercambiarlas según el tipo de fotografía que busquemos.
Existen muchas clases, pero yo lo reduciría a dos tipos: de bola o de 3 ejes. Las de 3 ejes son perfectas para trabajos de precisión, pero tienen un manejo más lento y no son adecuadas para seguir sujetos en movimiento. Las de bola pueden orientarse en cualquier dirección manejando solo una rueda de control, lo que permite rápidos cambios del conjunto cámara/objetivo. Y serían mi recomendación. Pero tienen que ser de cierta calidad, no compreis rótulas de bola demasiado económicas, puesto que probablemente la experiencia sea negativa. A partir de unos 50 € ya se pueden encontrar rótulas decentes.
Rótula de tres ejes
Rótula de bola.
Y una recomendación final: visitad a una tienda física para ver, tocar y manejar el trípode y/o rótula. Allá lo podréis juzgar su peso, ver su tamaño real, su altura de funcionamiento, la suavidad y precisión de la rótula, etc. Y comprarlo. El negocio local os lo agradecerá.
Salut i buena compra!
Ara m ha quedat ben clar que necessit un nou trípode